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Shanklish (شنكليش)

Shanklish

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El shanklish es un queso tradicional originario del Líbano, que se ha convertido en un símbolo de la gastronomía del país y de la región del Levante. Este queso, que se elabora a partir de leche de oveja o de cabra, tiene una historia que se remonta a siglos atrás, cuando se utilizaban métodos de conservación de productos lácteos en un clima mediterráneo. Su origen se asocia a las comunidades rurales que buscaban maneras de prolongar la vida útil de la leche, lo que dio lugar a la creación de este delicioso queso fermentado. El proceso de preparación del shanklish comienza con la coagulación de la leche, que se calienta y se mezcla con cuajo para formar cuajada. Una vez que se obtiene la cuajada, se corta en trozos pequeños y se deja reposar para que expulse el suero. Después de este paso, la cuajada se amasa y se forma en pequeñas bolas o discos que se pueden dejar secar al aire. Este proceso puede llevar varios días y es fundamental para desarrollar la textura y el sabor característicos del shanklish. Una de las particularidades más interesantes del shanklish es su recubrimiento. Después de formar las bolas de queso, se cubren con una mezcla de especias que generalmente incluye za'atar, una mezcla de hierbas que combina tomillo, orégano y sésamo. Este recubrimiento no solo añade un hermoso

How It Became This Dish

El شنكليش es un queso fermentado tradicional que tiene sus raíces en el Líbano, y su historia se remonta a siglos atrás, siendo un testimonio de la rica herencia culinaria de la región. Este queso se elabora a partir de leche de oveja, aunque también se pueden utilizar mezclas de leche de cabra o de vaca. La técnica de producción de شنكليش es única y refleja la sabiduría ancestral de las comunidades rurales del Líbano, que han perfeccionado el arte de la fermentación y el curado de quesos. El proceso de elaboración del شنكليش comienza con la coagulación de la leche, que se calienta y se le añade cuajo. Una vez que la cuajada se forma, se corta y se deja reposar para obtener la textura deseada. La cuajada se amasa y se forma en esferas pequeñas, que luego se sumergen en una solución salina. Este paso no solo añade sabor, sino que también actúa como un conservante natural. Posteriormente, las esferas se secan al aire y se cubren con una mezcla de especias, comúnmente zaatar, que es una combinación de orégano, tomillo, sésamo y sumac. Esta mezcla no solo enriquece el sabor del queso, sino que también le da un aspecto distintivo. La cultura del شنكليش está profundamente arraigada en la vida cotidiana de los libaneses. Se consume como un aperitivo, a menudo acompañado de pan pita, aceitunas y vegetales frescos. Su sabor fuerte y salado complementa perfectamente otros platillos del medio oriente, convirtiéndolo en una opción popular en las mesas familiares y durante las celebraciones. Además, el شنكليش simboliza la hospitalidad libanesa; ofrecer este queso a los invitados es un signo de respeto y aprecio. A lo largo de los años, el شنكليش ha evolucionado en su presentación y forma de consumo. Aunque tradicionalmente se servía en su forma esférica, en las últimas décadas se ha popularizado en una variedad de platos. Por ejemplo, se ha incorporado en ensaladas, sándwiches e incluso como ingrediente en platos calientes. Esta versatilidad ha permitido que el شنكليش trascienda su papel como simple aperitivo, convirtiéndose en un elemento destacado en diversas recetas. La popularidad del شنكليش no solo se limita al Líbano; en los últimos años, ha ganado reconocimiento internacional. Muchos restaurantes y chefs han comenzado a incluir este queso en sus menús, presentándolo como un ejemplo de la rica gastronomía del Levante. La creciente demanda ha llevado a una revitalización de las técnicas tradicionales de producción, asegurando que las nuevas generaciones aprendan a hacer شنكليش de la manera correcta y mantengan vivas estas tradiciones. Sin embargo, el auge del شنكليش a nivel global también ha planteado retos. La industrialización y la producción a gran escala han comenzado a afectar la calidad y el sabor del queso. Muchos productores artesanales luchan por mantener sus métodos tradicionales frente a la competencia de quesos producidos en masa que no capturan la esencia de este producto auténtico. Por ello, ha surgido un movimiento para promover y proteger la producción artesanal del شنكليش, reconociendo su valor cultural y su importancia en la identidad culinaria libanesa. La conexión del شنكليش con la tierra y su producción local también resalta la importancia de la sostenibilidad en la gastronomía. Los queseros libaneses a menudo trabajan en pequeñas granjas que son sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Este enfoque no solo garantiza la frescura del producto, sino que también apoya a las comunidades rurales y preserva el paisaje agrícola del Líbano. La producción de شنكليش es, por lo tanto, un acto que va más allá de la mera elaboración de alimentos; es una forma de vida que honra las tradiciones y el patrimonio cultural. En términos de su perfil nutricional, el شنكليش es notablemente rico en proteínas y calcio, lo que lo convierte en un alimento nutritivo y satisfactorio. Sin embargo, su alto contenido en sal requiere que se consuma con moderación, especialmente para aquellos con restricciones dietéticas. A pesar de esto, su valor en la cocina libanesa es indiscutible, y su capacidad para realzar sabores lo ha convertido en un elemento esencial en la dieta mediterránea. La historia del شنكليش también refleja la interacción de diversas culturas a lo largo de los años. A medida que el Líbano ha sido un cruce de caminos para comerciantes y viajeros de diferentes partes del mundo, el intercambio cultural ha influido en la gastronomía local. Este queso ha absorbido influencias de otras tradiciones culinarias, lo que ha enriquecido su perfil de sabor y ha promovido la diversidad en la cocina libanesa. En resumen, el شنكليش es más que un simple queso; es un símbolo de la rica historia, cultura y tradición del Líbano. Su proceso de elaboración, su versatilidad en la cocina y su conexión con las comunidades rurales hacen de este producto un elemento invaluable en la gastronomía del país. A medida que el mundo se vuelve más globalizado, es esencial recordar y valorar las tradiciones culinarias que nos conectan con nuestro pasado y nos guían hacia el futuro. El شنكليش es, sin duda, un testimonio de esta riqueza cultural y un alimento que seguirá siendo disfrutado por generaciones venideras.

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